No se pueden poner palabras por nadie.
Ingredientes:
8 kilos de carne magra de cerdo picada
2 kilos de tocino picado
25 gramos de pimienta
15 gramos de canela
azafrán
25 gramos de perejil
25 gramos de orégano
30 clavos
1 cabeza de ajos
sal al gusto (de 15 a 20 gramos por kilo de carne)
1 pimiento seco molido
1 litro de vino blanco
la miga de un pan casero
1 docena de huevos.
Preparación:
Para hacer blancos tengo que buscarme unos buenos colaboradores como mi madre, el tío Julián y la tía Conce, porque a mí no me gusta mucho potinguear con las carnes ni me gusta demasiado comerla tampoco. No siempre estamos de acuerdo en cómo hacer las cosas pero somos dos contra dos y siempre llegamos a un acuerdo y eso es lo principal.
Tostar un poco el azafrán, majar en el mortero junto con las especias y hierbas, los ajos y el perejil. Poner la carne y el tocino en un lebrillo grande y mezclar con los huevos, la miga de pan y el majado del mortero, dejar reposar una noche, embutir sin llenar mucho las tripas porque al cocerlas se hinchan y podrían reventar, pinchar las tripas con una aguja de coser y cocerlas unos 20 minutos en agua hirviendo. Sacarlas y colgarlas en la despensa. Yo dejo que se sequen bien y luego para aperitivos cortados a rodajas finas, o para bocadillos, también fritos.
Miedo – Marifé de Triana